Vitaminas para el Cabello y las Uñas, ¿Son importantes? ¿Cuáles debemos tener en cuenta principalmente?

En 1497, el navegante y explorador portugués Vasco de Gama perdió de un plumazo a 100 de sus 160 marineros debido a una repentina enfermedad que causaba hemorragias cutáneas y pérdida de cabello: el escorbuto.

Tres siglos más tarde, James Lind* relacionó la enfermedad con la carencia severa de vitamina C.

Hoy, el escorbuto se considera una enfermedad rara y fácilmente curable. El tratamiento consiste en algo tan sencillo como suministrar esta vitamina, el ácido ascórbico.

 

  • ¿Y si mi pérdida de cabello se debiese a una «simple» deficiencia nutricional fácil de corregir?
  • ¿Existe relación entre niveles bajos de vitaminas y la alopecia?
  • ¿Qué rol desempeñan los micronutrientes en los trastornos de la piel, el pelo y las uñas?

 

En este artículo trataremos de aclarar todas estas dudas.

Hablaremos de vitaminas para el cabello y las uñas, así como del papel de estos micronutrientes en varios tipos particulares de calvicie.

Analizaremos cada una de esas vitaminas importantes y su función para la salud del cabello. Como siempre, recurriendo a la ciencia. Además, abordaremos los posibles efectos negativos cuando alguna de ellas es deficiente o, por el contrario, se toma en exceso.

 

 

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Dietas extremas y deficiencia de micronutrientes

 

Las anomalías cutáneas que afectan a la piel, el cabello y las uñas a menudo nos dan pistas de que algo subyacente no va bien.

Ese algo puede ser una deficiencia de micronutrientes.

Las deficiencias de micronutrientes pueden darse por dos motivos principales: que la ingesta dietética sea insuficiente o bien que la ingesta sea suficiente pero haya una absorción deficiente.

En cuanto a lo primero, en los años 70 estos autores describieron nueve pacientes que desarrollaron efluvio telógeno (ET), una alopecia difusa o desorden de caída agudo (en un espacio breve de tiempo), después de varios meses de iniciar un exitoso programa de reducción de peso y perder entre 12 y 24 kg.

Concluyeron que la restricción calórica y el consiguiente suministro inadecuado de energía a la matriz capilar podría ser la causa del ET en estas personas que hacían dieta intensa.

Además, se han publicado más informes de casos que relacionan el ET con una dieta estricta (casos de estudio 1, 2 y 3).

Respecto al segundo motivo, sabemos que una deficiencia calórica o la privación de ciertos elementos —incluyendo vitaminas— a causa de una menor absorción pueden provocar no solo pérdida de cabello, sino también anomalías en su estructura e incluso cambios de pigmentación.

Los micronutrientes que suelen asociarse con las anomalías de piel, pelo y uñas son las vitaminas B; la vitamina C; las vitaminas liposolubles A, D, E y K; los minerales zinc, hierro, cobre y selenio, y los ácidos grasos esenciales (fuente).

En este post nos centraremos en las vitaminas.

 

Recetando vitaminas

 

Los suplementos vitamínicos se publicitan efusivamente para mejorar la salud. Además, hay un uso generalizado de vitaminas, tanto en forma tópica como oral, en dermatología.

Las vitaminas y sus derivados se utilizan habitualmente para tratar afecciones dermatológicas que van desde el acné vulgar hasta el melanoma maligno, pasando por la prevención de la alopecia (fuente).

Para el tratamiento del acné se emplean derivados de la vitamina A, la vitamina C para el fotoenvejecimiento y los análogos de la vitamina D para la psoriasis, incluida la psoriasis del cuero cabelludo.

A estas aplicaciones se suman otras más recientes y que a priori parecen prometedoras. Como el uso de la vitamina B3 (o niacina) para la prevención del cáncer de piel, la B6 para prevenir la alopecia por la quimio en el cáncer, la vitamina C para el melanoma o la vitamina D para la dermatitis atópica.

Además, muchas personas utilizan la biotina (vitamina B7) para la salud del cabello, las uñas y la piel. Esta vitamina se suplementa en pacientes con síndrome del cabello inpeinable, (ver) síndrome de uñas quebradizas o dermatitis seborreica.

Pero ¿están estos usos de las vitaminas para el pelo y las uñas fundamentados?, ¿hay evidencia detrás de estas aplicaciones?

 

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El papel de las vitaminas en la alopecia

 

Los micronutrientes son componentes cruciales de la dieta y claves para nuestro pelo.

El cuero cabelludo humano contiene alrededor de 100 000 folículos pilosos. De estos, el 90 % se encuentran en la fase anágena (crecimiento), donde no hay alopecia. Y aquí se requieren elementos esenciales, incluidas las vitaminas, para producir un cabello sano.

Además, hay varias razones para sospechar que los micronutrientes desempeñan un papel en la alopecia no cicatricial.

Nota aclaratoria: Los tres tipos más comunes de alopecia no cicatricial son el mencionado Efluvio Telógeno (ET), la alopecia androgénica (AGA) y la alopecia areata (AA), que se produce cuando el sistema inmunitario ataca el folículo piloso. La llamamos, por ello, enfermedad autoinmune.

Volvamos al artículo.

Una de las razones que levantan más sospecha es que los micronutrientes tienen un cometido en el ciclo capilar.

Las vitaminas y otros micros son elementos importantes en el ciclo normal del folículo piloso. Desempeñan un rol en el recambio celular, algo primordial en las células de la matriz del bulbo folicular que tienen una rotación muy alta, es decir, se dividen rápidamente (referencia).

 

5 vitaminas para el cabello y las uñas

 

Los micronutrientes son pues fundamentales para el crecimiento del cabello y la función normal de las células, y pueden contribuir a la caída cuando son deficientes. Si bien los suplementos de nutrientes son de fácil acceso y relativamente asequibles, conviene saber qué vitaminas son útiles para tratar la caída del pelo.

A continuación, resumimos los efectos de suplementar con vitaminas en personas con deficiencia de micronutrientes y alopecia no cicatricial (revisión).

 

Vitamina A

 

La vitamina A es una de las cuatro vitaminas liposolubles; las otras son la vitamina D, la E y la vitamina K.

Hay dos formas de vitamina A: retinol (vitamina A preformada) y carotenoides (provitamina A).

Los precursores de carotenoides se convierten en retinol biológicamente activo en el cuerpo.

Esta vitamina no se puede sintetizar en el organismo humano, por lo que debemos consumirla a través de la dieta.

Las principales fuentes de retinol dietético provienen de animales, incluidos hígados de animales y pescado, aceites de pescado, huevos, leche, pollo y mariscos. Por su parte, los carotenoides provienen de plantas; las fuentes principales son el aceite de palma, las zanahorias, la calabaza y las verduras de hoja oscura.

 

Vitamina B

 

El complejo vitamínico B suele incluir ocho sustancias vitamínicas: tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina (B3), ácido pantoténico (B5); vitamina B6, la ya mencionada biotina (B7), ácido fólico o folato y vitamina B12.

Todas ellas sustancias que ayudan en el metabolismo celular.

Las cantidades diarias recomendadas de estas vitaminas se pueden alcanzar mediante una dieta saludable, excepto la biotina, que es la única vitamina B que produce el cuerpo humano.

En persona sanas (sin deficiencias), ni la biotina ni el resto de vitaminas del grupo B necesitan ser suplementadas (ref.).

Solo las deficiencias de riboflavina, biotina, folato y vitamina B12 se han asociado con la caída del cabello.

Algunos estudios sugieren que los niveles de ácido fólico o de B12 podrían influir en el progreso de la AA.

La falta de estas vitaminas también podría estar involucrada en el blanqueamiento del cabello durante la edad adulta temprana. Luego suplementarla puede mejorar el encanecimiento prematuro.

 

Vitamina C

 

La vitamina C es una vitamina hidrosoluble y un potente antioxidante que previene el daño de las especies reactivas de oxígeno, más conocidas como radicales libres.

Desempeña un papel esencial en la absorción intestinal del hierro (fuente). Por tanto, la ingesta de vitamina C es crucial en pacientes con pérdida de cabello asociada a deficiencia de hierro.

En otros casos, aunque su deficiencia se relaciona con anomalías en el vello corporal, no hay datos que correlacionen los niveles de vitamina C y la caída del pelo.

Los seres humanos somos por naturaleza deficientes en l-gulonolactona oxidasa, la enzima que se requiere para sintetizar el ácido ascórbico. Así que hemos de tomarla a través de la dieta.

Tienen concentraciones particularmente altas de esta vitamina los cítricos, las patatas, los tomates, los pimientos verdes y las coles.

 

Vitamina D

 

La «vitamina del sol» ejerce un efecto antiinflamatorio e inmunorregulador (revisión 1 y 2).

Los resultados de los estudios son contradictorios, pero la mayoría de los autores están de acuerdo en suplementarla en pacientes con pérdida de cabello y deficiencia de vitamina D.

Se cree, además, que puede haber una relación entre el nivel de esta vitamina y la psoriasis, incluida la que afecta al cuero cabelludo.

En un estudio observacional se investigó a más de 560 sujetos, de los cuales 170 tenían psoriasis (6 con psoriasis del cuero cabelludo); 51, enfermedades ampollosas autoinmunes, y 340 eran individuos sanos. Se midió el nivel en sangre de vitamina D en cada grupo y se encontró que los pacientes psoriásicos tenían niveles de la vitamina muy por debajo de los pacientes sanos.

Complementar la dieta con vitamina D puede mejorar los síntomas de esta enfermedad autoinmune.

Asimismo, los estudios han mostrado una asociación entre AA y niveles bajos de vitamina D (revisión). Corregir la deficiencia de esta vitamina parece mejorar también la respuesta al tratamiento de este tipo de alopecia.

Por último, al igual que el folato y la B12, la deficiencia de vitamina D podría estar involucrada en la aparición de canas prematuras, y su suplementación parece ayudar en este aspecto.

 

Vitamina E

 

Algunos estudios clínicos han apuntado a la discrepancia oxidante/antioxidante en personas con AA.

En ellas se da un aumento de los niveles de estrés oxidativo a la par que una disminución de las enzimas antioxidantes protectoras.

En este sentido, la vitamina E ha demostrado intervenir en el equilibrio oxidante/antioxidante y proteger contra los radicales libres.

Esta vitamina se encuentra en los siguientes alimentos: frutos secos (nueces, almendras, avellanas), semillas y vegetales de hoja verde tales como espinacas o brócoli.

 

¿Existe riesgo de suplementar con vitaminas?

 

Tanto la deficiencia (hipovitaminosis) como el exceso de vitaminas (hipervitaminosis) pueden tener consecuencias dermatológicas y en el cabello (fuente).

Los déficits nutricionales por dietas severas (déficit calórico, pérdida de peso rápida) son una de las causas principales de los efluvios, o pérdida de pelo difusa. La otra son las intoxicaciones por fármacos (antibióticos, inmunosupresores, antiinflamatorios, antidepresivos, terapias hormonales, anticonceptivos, etc.) u ¡ojo! por suplementos dietéticos.

Los suplementos dietéticos para la piel, el cabello y las uñas, también denominados «suplementos de belleza» o «de cuidado de la piel», contienen vitaminas a veces en dosis muy altas. Algo particularmente arriesgado con las vitaminas liposolubles.

La naturaleza liposoluble de las vitaminas A, D, E y K ofrece indicaciones importantes a la hora de usarlas: si se administran dosis elevadas durante largos períodos de tiempo, pueden acumularse y, en última instancia, provocar toxicidad.

Como regla general, consumir demasiada o tomar excesivos suplementos de vitamina A puede causar pérdida de pelo (detalle). La hipervitaminosis A provoca caída del cabello. Así que, en nuestro afán por mejorar, es posible que lo que logremos sea el efecto contrario al deseado.

También se han documentado interacciones con medicamentos e interferencias con algunas pruebas de laboratorio. La suplementación con biotina puede dar lugar a resultados de laboratorio falsos peligrosos, como vimos ya en el blog.

 

En definitiva…

 

Si tu cabeza clarea y tienes una deficiencia de micronutrientes, puedes corregirla suplementado vitaminas para el cabello y las uñas. Pero cuidado.

Como hemos comentado, detrás de un efluvio puede haber un déficit de nutrientes pero también es posible que se trate de una intoxicación por suplementos. Cuando se dan estas causas, hasta no solventarlas, nada de lo que hagas por la AGA funcionará pues los esfuerzos se verán enmascarados por la caída consecuencia del efluvio (

 

En la mayoría de los casos, una dieta sana proporcionará la cantidad necesaria y saludable de vitaminas.

 

Más detalles de una buena alimentación, en estos otros posts del blog de SIIL:

 

 

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Por Elisabeth Lahoz

 

 

*Lind, J. (1753). A treatise of the scurvy, in three parts.

 

 

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