Alopecia Areata y qué tiene que ver tu Personalidad en tu Calvicie

El otro día nos llamó la atención una noticia sobre un estudio de la Universidad de Granada que venía a decir que padecer alopecia, más en concreto alopecia areata, se relacionaba con un tipo específico de personalidad.

 

¿Nuestra personalidad determina que nos quedemos (o no) calvos?

 

 

Puedes ver el artículo con la noticia en este enlace.

 

Como el tema nos resulta cuanto menos curioso e interesante, y creemos que a ti también te lo parecerá, hemos querido indagar un poco. Averiguar cuál es esa personalidad de la que el estudio habla y comprobar hasta qué punto influye en que el pelo se caiga. Pero antes te explicamos qué es, cómo cursa la alopecia areata y sus causas.

 

Al final, te contamos lo que puedes hacer al respecto en base a la evidencia científica.

 

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¿Qué es la alopecia areata y cuáles son sus síntomas?

 

La alopecia areata (AA) es una enfermedad que provoca la caída del cabello. Una enfermedad autoinmune: el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos, esto es, las estructuras de la piel que forman el pelo, al no reconocerlos como propios, y provoca inflamación (fuente NIH).

 

Y esta última —la inflamación crónica—, como ya hemos visto en este blog, suele ser «la causante de todo» (ver estos dos artículos del blog de SIIL).

 

- Cómo evitar la alopecia androgénica

- 5 estrategias antiedad para conservar tu pelo. Envejecimiento prematuro, caída y canas.

 

Se trata de una pérdida de cabello difusa o en zonas localizadas de la cabeza, aunque la AA puede afectar también a la cara —las cejas, las pestañas o la barba en los hombres— y a otras zonas del cuerpo. Por lo general, el cabello se cae en parches pequeños y redondos u ovalados.

 

Además de la pérdida de pelo, en algunas personas pueden ocurrir también cambios en las uñas, como estrías o grietas.

 

NOTA: La Alopecia Areata (AA) cursa de forma distinta de persona a persona. Hay quien tiene un solo episodio de la enfermedad, que se resuelve y ya, mientras que otras experimentan varios episodios de pérdida de cabello a lo largo de su vida (enfermedad autoinmune crónica). La recuperación también es impredecible, pues el cabello vuelve a crecer por completo en algunas personas pero no en otras.

 

Tipos de alopecia areata

 

Hay tres tipos principales de AA:

 

• Alopecia areata parcheada: el más común, la pérdida de pelo se produce en uno o más parches del tamaño de una moneda en el cuero cabelludo u otras partes del cuerpo.

 

• Alopecia areata total: se pierde todo o prácticamente todo el cabello del cuero cabelludo.

 

• Alopecia areata universal: en este tipo de AA, que es raro, hay una pérdida total o casi total del pelo en el cuero cabelludo, la cara y el resto del cuerpo.

 

 

 

Causas de la AA y relación con la ansiedad

 

La AA afecta tanto a hombres como a mujeres y a todos los grupos raciales y étnicos. Puede darse a cualquier edad, aunque en la mayoría de las personas se manifiesta antes de los 40 años.

 

Normalmente, no hay un desencadenante obvio. Pero se cree que contribuyen o que pueden influir en la alopecia areata los siguientes factores:

 

• La genética (antecedentes familiares). Los científicos han relacionado varios genes importantes para el funcionamiento del sistema inmune con la enfermedad.
• Ciertas enfermedades autoinmunes, como la psoriasis, la enfermedad de la glándula tiroides, el vitíligo (áreas de la piel despigmentadas) o la enfermedad celíaca (EC; intolerancia permanente al gluten).
• Afecciones alérgicas, como la fiebre del heno (o rinitis alérgica).
• Factores ambientales, como el estrés emocional.

 

Respecto a este último factor, el estudio a que hacíamos referencia al principio asocia la AA con la llamada personalidad angustiada o personalidad tipo D (TDp). La TDp se caracteriza por dos rasgos de la personalidad: afectividad negativa e inhibición social.

 

En otras palabras, la persona con TDp tiende a tener emociones o sentimientos negativos y a evitar en mayor medida el contacto social. Digamos que es más ansiosa y solitaria.

 

Los resultados principales del estudio, realizado por el Instituto de Investigación Biosanitaria y la Universidad de Granada (UGR), (ver estudio) revelan una mayor tendencia de TDp en pacientes con AA. Así como alteraciones del estado de ánimo: más ansiedad, depresión y, en suma, una mala calidad de vida.

 

También se ha observado que la AA produce un deterioro de la vida sexual, más acuciado en ellas. (Caída cabello en mujeres)

 

Además del estudio de la UGR, hay otros varios que asocian asimismo la AA con trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.

 

«La ansiedad-rasgo y la percepción del estrés constituyen factores de riesgo que pueden influir en la aparición y exacerbación de la AA —dice el presente estudio— Los eventos de la vida pueden desempeñar un papel importante en el desencadenamiento de algunos episodios». «El estrés parece desempeñar un rol importante en la aparición y el agravamiento de la alopecia areata, principalmente con un evento estresante», concluye estudio— Los eventos de la vida puenoopener noreferrer">este otro trabajo (estudio— Los eventos de la vida puenoopener noreferrer">1, estudio— Los eventos de la vida puenoopener noreferrer">2, estudio— Los eventos de la vida puenoopener noreferrer">3).

 

El estudio— Los eventos de la vida puenoopener noreferrer">aumento de casos de AA a corto plazo relacionados con el estrés durante la pandemia de COVID-19 corroboran esta hipótesis de que un acontecimiento vital estresante puede desencadenar o agravar la enfermedad (estudio— Los eventos de la vida puenoopener noreferrer">artículo).

 

En definitiva, lo anterior no quiere decir que todos los individuos afectados de alopecia areata tengan personalidad tipo D, pero sí al menos podemos deducir que existe una marcada relación AA-estrés-ansiedad.

 

 

¿Qué hacer si tengo alopecia areata? Tratamientos

 

No existe una «cura» definitiva para la AA ni ninguna terapia universalmente probada que haga que esta enfermedad autoinmune remita. Pero hay una serie de tratamientos farmacológicos que ayudan a que el cabello vuelva a crecer más rápidamente.

 

La elección del tratamiento dependerá de la extensión de las lesiones (fuente).

 

Así pues, tenemos:

 

• Tratamientos para la alopecia areata parcheada

 

Cuando estas son poco extensas, se suelen emplear productos tópicos como:

 

• una solución de minoxidil (al 2 % o 5 %);
• antralina en cremas/ungüentos;
• esteroides formulados en champús;
• corticoides;
• inmunoterapia tópica, o
• terapia combinada.

 

• Tratamientos para la alopecia areata extensa

 

Cuando las lesiones son extensas, a los anteriores tratamientos se pueden sumar, entre otros:

 

• corticoides por vía oral;
• inmunosupresores como la ciclosporina o el MTX;
• tratamientos biológicos;
• terapia con láser, y
• la fototerapia.

 

Se han publicado asimismo algunos estudios sobre el tratamiento de la AA con antidepresivos.

 

NOTA: Las opciones de tratamiento de la alopecia areata a menudo se basan en parámetros que incluyen la edad del paciente (adultos/niños), si la enfermedad es o no muy activa, el grado de inflamación, la presencia de otras comorbilidades como anemia y reservas bajas de hierro, niveles bajos de vitamina D, anomalías de la tiroides u otras enfermedades autoinmunes.

 

Alternativas a los fármacos…

 

Más allá de los medicamentos tópicos u orales (sistémicos) —algunos con efectos secundarios a tener en cuenta—, podemos considerar tres medidas.

 

Veamos.

 

• Fuera estrés

 

La ciencia apunta a que las personas con AA podrían beneficiarse de un apoyo psicológico adicional como complemento a su tratamiento médico.

 

Así que, basándonos en las conclusiones de las investigaciones, algo que obviamente debemos tratar de hacer para frenar la alopecia es reducir el estrés y la ansiedad. Bien con dicho apoyo profesional o, si lo intentas por tu cuenta, en el siguiente artículo te damos algunos trucos para conseguirlo:

 

El estrés acabará con tu pelo y tu salud. Mecanismo de acción y herramientas para controlarlo.

 

También encontrarás pautas y recomendaciones para acabar con la caída del cabello por estrés en este vídeo.

 

• La alimentación

 

Cuando la alopecia areata se asocia a la EC o celiaquía, el tratamiento con la dieta sin —o libre de— gluten (DSG) suele conducir a una mejoría de la enfermedad.

 

Una recuperación, muchas veces completa y permanente (sin recaídas), del cabello y el vello corporal perdido que se atribuye a la normalización de la respuesta inmune (ref.).

 

Además de lo anterior, te ayudará sin duda una buena dieta global con menos ultraprocesados y más comida real, el ayuno intermitente y cuidar tu microbiota.

 

Todo lo cual, unido a la práctica regular de ejercicio físico, beneficiará no solo a tu pelo sino también a tu estado de ánimo, y en general mejorará tu calidad de vida.

 

• La aromaterapia

 

Hay evidencia científica de que los aceites esenciales (tomillo, romero, lavanda, cedro o AE de menta; este último, base de SIIL) son eficaces en problemas de alopecia, estimulando el crecimiento del cabello de manera natural.

 

Esto, entre otras cosas, se debe a su actividad antiinflamatoria, antiséptica y de estimulación del flujo sanguíneo —la circulación— al cuero cabelludo.

 

Se han publicado varios estudios aleatorizados y controlados sobre la aromaterapia para el tratamiento de la alopecia areata.

 

Ver más detalles en ingredientes SIIL.

 

La investigación con que abríamos este artículo —cito textualmente— «pone de manifiesto la necesidad de un abordaje holístico e integral de esta patología, en la que es importante un diagnóstico precoz para realizar un tratamiento adecuado de la alopecia y las comorbilidades asociadas como la ansiedad y la depresión».

 

Abordar la caída «desde todos los ángulos» es lo que en Get Siil siempre aconsejamos, y bajo esta premisa hemos formulado nuestros productos. Rara vez basta con un fármaco anticaída; poniendo un parche no solucionamos el problema.

Lo primero es identificar la causa raíz e intentar ponerle remedio.

Respecto a los genes, hay poco que podemos hacer, pero sí que podemos modificar algunos factores ambientales y del estilo de vida: nuestros hábitos, lo que comemos, los productos que utilizamos... y como hemos comprobado, también lo emocional parece tener (mucho) que ver en la salud de nuestro pelo.

 

Por Elisabeth Lahoz