Caspa y Dermatitis Seborréica, dos caras de la misma moneda. Soluciónalo ya.

La caspa es una alteración del cuero cabelludo muy usual, afecta hasta a un 50% de la población mundial, y no distingue entre sexos. Consiste en el desprendimiento de la piel del cuero cabelludo en forma de escamas o láminas. Puede estar asociada a picor pero no suele tener inflamación.

También puede ser sólo un síntoma o un primer estadio, de otro problema como seborrea, psoriasis o infección (hongos, piojos…).

Que sea un síntoma de la seborrea me permite hablarte de la otra cara de la caspa, la dermatitis seborreica. Esta enfermedad se caracteriza por descamación de la piel en cara y cuero cabelludo. Es una enfermedad inflamatoria crónica que tiene ciclos, igual que la psoriasis, a veces hay más afectación y posteriormente baja el problema sin causa aparente.

Al final, sin ser un problema muy grave, más allá del picor que se pueda tener (se recomienda no rascarse para no incrementar las posibilidades de sufrir otros problemas asociados), es un problema estético que no es agradable de sufrir.

A ninguno nos gusta mirarnos con la piel descamada ni ir dejando restos de piel en la ropa o en las superficies por las que pasamos.

En muchos casos, la alopecia puede tener detrás o estar agravada por estos problemas, por eso muchas personas observan mejoría al lavarse con champús anticaspa con productos como el ketoconazol.

Luego hablamos de ello a fondo.

 

 

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Factores implicados en la caspa y la dermatitis

 

Tres son los principales factores etiológicos (causantes) de estos problemas tan relacionados, al menos eso nos indica la ciencia:

  1. Hongo Malassezia
  2. Secreciones sebáceas (producción de ácidos grasos en la piel)
  3. Sensibilidad individual

Nos lo ponen en este orden porque es el orden sobre el que tienen más conocimiento y por tanto el orden en que tratarán el problema.

Es decir, se conoce a fondo los diferentes hongos Malassezia, se sabe algo menos sobre las diferentes secreciones sebáceas de cada uno y se sabe muchísimo menos sobre por qué cada persona reacciona diferente frente al mismo problema.

De la misma forma, se presentan los factores en este orden ya que es la forma más sencilla de tratamiento.

Es más fácil atacar el hongo, que modificar nuestras secreciones sebáceas y, por supuesto, que modificar la respuesta individual que lleva a producir inflamación, picor y descamación.

 

El hongo Malassezia y el microbioma epitelial

 

Las diferentes especies de levaduras (hongos) Malassezia conviven en nuestra piel con el resto de especies del microbioma epitelial.

Se cree que el problema viene de una alergia o hipersensibilidad a los metabolitos que generan cuando consumen los ácidos grasos libres (más info aquíque secretamos por la o piel unido a un mayor crecimiento de estos microorganismos respecto a un estado de equilibrio no causante de patología.

¿Conoces otros casos de sobrecrecimiento de hongos propios de la piel que causen problemática?

Yo sí, la candidiasis (vaginal o bucal). Y esto nos va a permitir tirar del hilo para encontrarle una propuesta de solución.

Pero resulta que la hiperproliferación de las especies Malassezia (ver más) está relacionada con muchos más problemas de piel típicos como acné y dermatitis atópica (sin causa conocida).

Hasta ahora todo lo que nos proponen que hagamos frente a la caspa es usar un producto anticaspa. Casi todos están basados en el piritionato de zinc.

En casos más complicados y también para dermatitis seborréica o algunos tipos de alopecia, es el ketoconazol el agente tóxico para la especie seleccionado.

Cómo he mencionado previamente, el control de Malassezia es la forma más sencilla de acabar con el problema mediante erradicar una de sus causas (o de las vías causantes).

Muchas personas con caída acusada de cabello (efluvios, algunos tipos de alopecia o combinación de ambos), también experimentan mejoras al usar champús anticaspa. Especialmente productos con ketoconazol se están poniendo de moda.

 

Pero esta forma de atajar el problema:

 

  1. te hace dependiente del producto (en cuanto lo dejes la caspa y la dermatitis volverán),
  2. no solucionan causas más profundas (como la propia producción de ácidos grasos o la sensibilidad individual a la combinación grasa y Malassezia) y,
  3. no es específica, del mismo modo que el antimicótico afecta a estas especies, afecta al resto del microbioma epitelial.

 

Sobre el punto tres ya hemos hablado en el blog y en youtube.

Los champús comerciales basados en químicos y en detergentes agresivos en general son tóxicos para nosotros y destruyen diariamente nuestro microbioma (o gran parte de él), permitiendo la proliferación de las especies más resistentes, haciendo que cada día tengamos que repoblarlo y exponiéndonos a mayor sensibilidad frente a tóxicos externos (dieta, contaminación, otros productos cosméticos que usemos, etc).

 

Te lo explicamos en este vídeo:

 

 

Cuida tu microbioma, cuida tu dieta

 

Y es que hay que saber bien que gran parte de nuestra inmunidad, cómo el cuerpo reacciona ante agentes externos (tóxicos e infecciosos o no), dependen estrechamente de cómo está nuestra salud intestinal, la salud del microbioma (también en la calvicie se ve una clara relación con el microbioma ver aquí).

Lo mismo sucede con la piel.

El microbioma de la piel depende de los agentes externos (cosméticos y tóxicos que nos impacten, el agua de casa, de la piscina si es que vamos, del mar, cuánto sol y con qué frecuencia nos toca) y, mucho, de factores internos, la dieta.

Y cuando hablo de inmunidad, también me refiero a la autoinmunidad.

Porque caspa, dermatitis seborreica, dermatitis atópica, acné, psoriasis, … no dejan de ser manifestaciones diferentes de dificultades de nuestro organismo para lidiar con los agentes propios y externos a través de su sistema inmune. El picor y la inflamación son causadas por el sistema inmune.

Y cuando estos se cronifican y están exacerbados, vienen los problemas. La caspa y la dermatits seborreica son diferentes caras de la misma moneda (estudio).

 

Mediante una dieta adecuada puedes tener un buen control hormonal y puedes reducir, incluso eliminar completamente los agentes disparadores de inmunidad.

 

Los tres alimentos más destacados a eliminar serían el azúcar, que dispara la insulina, el trigo y otras harinas que contengan glúten, que crean problemas intestinales, y los lácteos, cuyas proteínas causan reactividad a muchas personas.


En este blog ya hemos hablado de dieta en diversas ocasiones, también en el canal de youtube.

No voy a extenderme más en este punto. Si quieres saber si realmente tienes un problema de autoinmunidad causado por la dieta, mi consejo es que experimentes con el protocolo autoinmune paleo. Poco a poco vas re-introduciendo alimentos, uno cada vez, y observas qué sucede.


Piensa en ello, los tipos de ácidos grasos que secretas por las glándulas sebáceas de la piel dependen de los tipos de alimentos que ingieres.

 

También la composición de la microbiota de tu piel. Si tienes problemas de piel estás manifestando problemas internos profundos.

Hay un dicho chino que dice algo así como que hasta la adolescencia tienes la cara que te dieron tus padres, luego la que has creado. Sólo tú, con tus elecciones nutricionales, de cuidados cosméticos y de las emociones que generas, determinas el estado de salud final de tu piel.

También la del cuero cabelludo.

 

Alternativas a los anticaspas químicos → apuesta por lo natural

 

Como te había comentado antes, el tratamiento normal para la caspa que se nos ofrece es el uso de antifúnguicos químicos, como el piritionato o el ketoconazol.

Pero ya te he comentado como estos tratamientos no específicos están afectando al completo microbioma de la piel, destruyendo no sólo al hongo causante (o más relacionado) con el problema que manifiestas, sino a gran parte de la comunidad microbiana que compone tu microbioma.

También a muchas especies que podrían ayudar a combatir la caspa y la dermatitis.

 

Y habiendo alternativas naturales, como son los aceites esenciales, ¿por qué siguen usándose fármacos?

 

Aquí tienes sólo algunos ejemplos de aceites esenciales testados para la caspa (artículo) o en Malassezia (artículo). Incluso aceites vegetales funcionan para cuidar de la dermatitis seborreica, como el aceite de oliva (artículo).

Los fármacos son más baratos.

Dan resultados visibles rápidamente (aunque luego dependes de ellos para siempre). Y es fácil explicar por qué funcionan.

Contrariamente los productos naturales, aunque efectivos, son inespecíficos.

¿Cómo es posible que tal aceite esencial funcione para tantos tipos de problemas o tal extracto vegetal igual te sirva para la tos que para el cáncer?

Y esto es muy difícil de explicar.

Más aún de demostrar científicamente.

Incluso estudiarlos carece de sentido ya que cualquiera se podrá beneficiar de su mayor conocimiento científico. Es dinero tirado para una empresa el estudiar un producto natural que no pueda posteriormente proteger.

 

Los productos naturales, entre los que destaco por la temática de este artículo los aceites esenciales, suelen ser inocuos desde el punto de vista de efectos secundarios.

 

Esto es así ya que hemos convivido y estado expuestos a ellos durante toda nuestra evolución. Siempre hemos estado expuestos al contacto con plantas en la naturaleza. Por eso no nos perjudican.

Además, no son una molécula aislada, como sucede con los fármacos.

Son una mezcla compleja de decenas de moléculas que actúan de forma sinérgica, complementandose, siendo tóxicas para algunos hongos pero beneficiosas para otros, potenciando funciones metabólicas al mismo tiempo que frenan otras.

Esta es la magia de los compuestos naturales frente a los fármacos.

También son más caros.

Trabajar con productos naturales de calidad tiene un coste en el aprovisionamiento, lo que repercute en el precio final de los productos que están elaborados con ellos.

Y, lamentáblemente, su efectividad no sucede en 24 horas, tampoco en una semana. Requieren más tiempo de uso.

De hecho, cuanto más los usas, mejor funcionan y los cambios se sostienen durante más tiempo. De nuevo parte de la magia de la cosmética natural.

 

La cosmética química, aunque al momento luces radiante, a más la usas, más te perjudica y más dependiente te haces de ella.

 

En cambio, con productos naturales, a más uso, mejores resultados y menos dependencia de la misma.

 


Finalizando, nuestra propuesta

 

No hay champú como el nuestro, te lo cuento en vivo en el vídeo de más abajo. No importa si lo quieres usar para problemas de caída o para cualquier otro problema, caspa y dermatitis específicamente.

Por su formulación y como explicaba previamente, a más uso, mayores beneficios.

 

 

 

También puedes complementarlo con el agua esencial, ya que también limpiará tu cuero cabelludo de esa grasa que la Malassezia usa para proliferar y, gracias a los aceites esenciales, también mantendrá a los hongos bajo control, repercutiendo positivamente en tu dermatitis y/o caspa.

Reducirá el picor y la inflamación. Son productos diseñados para la pérdida capilar pero que te favorecen en múltiples condiciones y dificultades del cuero cabelludo.

 

 

 

Si, además, tienes problemas de alopecia, para eso está el pack triple acción Siil que permite nutrir el cabello, estimular su crecimiento, aumentar el flujo sanguíneo, la calidad del sistema circulatorio y bloquear la DHT.

Pero como te he explicado en el artículo, hay una parte muy importante que depende de tí.

Y es intentar mantener una dieta no inflamatoria para cuidar tu intestino y mejorar tu inmunidad y autoinmunidad.


Por Albert Hurtado

 

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