Tintes Naturales vs Tintes Químicos. Relación con los Efluvios y la caída por Intoxicación
Cuando después de meses de confinamiento fui por fin a la peluquería —mi pelo me lo estaba suplicando a gritos—, mi peluquera me dio una noticia devastadora: «Tienes canas».
Tras ver mi vida pasar por delante de mis ojos, volví en mí y oí a la peluquera que me hablaba de unos tintes naturales nuevos. Acto seguido me dio un folleto donde se explicaba con detalle cuáles eran sus ingredientes herbales, todos derivados de plantas, cómo se aplicaban y en qué se diferenciaban de los colorantes convencionales tóxicos a base de diamina.
Hasta hoy, mi color de pelo sigue siendo el de serie; convivo con mis canas, que por el momento tampoco son tantas. Pero por si algún día decido recurrir a ellos, y por si también tú te lo estás planteando o ya los usas, analizo aquí las diferencias entre los tintes capilares vegetales y los químicos y si los componentes que estos incluyen pueden provocar caída del cabello.
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Los tintes capilares: usos e historia
Las canas (canicie, encanecimiento o merma de coloración de los cabellos), recordemos, aparecen por la pérdida parcial o total de la capacidad de producir el pigmento que determina el color del cabello: la melanina. Un fenómeno que forma parte del proceso natural del envejecimiento.
Albert habla sobre ellas en este video:
Hay quien las acepta con dignidad, a quien les agradan incluso en el conjunto de su look y quienes no quieren ni oír hablar de ellas. Para estos últimos se inventó el tinte capilar.
Quien lo hizo fue Eugène Schueller, que creó la primera tintura sintética para el cabello en 1907. Este químico y empresario fabricaba los tintes para cabellos en la cocina de su casa y los vendía a las peluquerías locales. En dos años estableció la compañía Société Française des Teintures Inoffensives pour Cheveux (Sociedad Francesa de Tinturas Inofensivas para el Cabello), que más tarde pasaría a llamarse L'Oréal.
Aunque los tintes de cabello no solo sirven para tapar las canas. También se usan para modificar el color del pelo, ya sea para restaurar el original tras una decoloración o por simple deseo de cambiar de aspecto.
Así, los revolucionarios tintes obran el milagro de que podamos ser morenas, castaños, rubios o pelirrojas sin que hayamos nacido como tal.
¿Cómo funcionan los tintes para el cabello?
El tinte o tintura para cabello es, pues, una sustancia con la que se da color a este. Una preparación química que se utiliza para cambiar el color del pelo de una persona mediante un procedimiento conocido como teñido del cabello.
Antes de que pueda depositarse cualquier color permanente —ahora veremos que también hay colorantes semipermanentes y de corta duración— en el tallo del cabello, se debe abrir la cutícula o capa superficial. La fórmula, entonces, reacciona con la corteza para depositar (coloración) o eliminar el color (decoloración) (referencia).
Tipos de teñido del cabello
La coloración o cambio de color del cabello es una opción muy utilizada por las mujeres en la actualidad y cada vez más por los hombres, que incluso disponen de tintes para barba.
Casi todas nosotras nos hemos teñido o lo haremos en algún momento de nuestra vida.
Se pueden usar los siguientes colorantes*:
- Colorantes naturales o vegetales: basados en Lawsonia alba (henna) o barros, el índigo (tinte azul natural) o la cassia (también llamada henna neutra); óleos (aceites con activos botánicos; pueden contener alrededor de un 2 % de «química»), y coloración ácida formulada a partir de pigmentos vegetales (estudio, estudio).
Algunos ejemplos de coloración vegetal o herbal son:
Botanea de la propia firma L'Oréal, la gama Color herbalia de Garnier, la línea EOS de Wella o NEO de Secretos del Agua.
- Colorantes orgánicos o sintéticos, que a su vez se dividen en:
- De corta duración (desde unas pocas horas hasta un día): basados en diferentes colorantes como Amaranth, orange I y II, Word Violet 5 BN, Indigotine, etc.
- Semipermanentes: a base de nitrofenil diaminas o nitrofenoles, como la parafenilendiamina (PPD; compuesto tóxico). Penetran ligeramente en el cabello y pueden ser utilizados como tinte-champú.
- Permanentes: precisan de una reacción de oxidación —son tintes oxidantes— con peróxido de hidrógeno, más conocido como agua oxigenada, antes de su uso para crear moléculas que penetren profundamente en el pelo.
Aunque existen los tintes capilares naturales, la mayoría de los que se usan hoy en día contienen productos químicos.
Además de los mencionados, los colorantes o tintes sintéticos incluyen una mezcla de elementos tales como el alcohol cetílico u otros alcoholes, sodio, resorcinol —que ayuda a conseguir tonalidades claras—, tolueno, conservantes como los parabenos o el fenoxietanol —que pueden liberar formaldehído—, fragancias o amoniaco.
Este último, un compuesto tóxico y peligroso.
Tintes naturales vs. Tintes químicos convencionales
Tintes naturales:
- Respetan la fibra capilar. No penetran en la estructura del cabello sino que actúan sobre la superficie sin alterar su estado natural.
- Carta de colores menos extensa.
- Básicamente aportan mechas y reflejos, y camuflan las canas pero no las cubren en su totalidad.
- Imposibilidad de aclarar o decolorar el cabello.
- Precisan un mayor tiempo de exposición para que hagan efecto.
- Algunos de sus componentes derivados de plantas podrían ayudar con los problemas de caída: la henna, por ejemplo, ha mostrado en estudios recientes en ratones tener efectos terapéuticos sobre la alopecia androgenética promoviendo el crecimiento de pelo (mayor densidad capilar).
Tintes sintéticos:
- Abren la estructura del cabello y fijan el color en su interior. Para ello se sirven, por lo general, del amoniaco.
- Carta de colores más extensa.
- Cubren las canas.
- Posibilidad de decolorar el cabello (el agua oxigenada aclara oxidando los pigmentos capilares).
- Menor tiempo de exposición para que hagan efecto.
- Pueden provocar picores, descamación y otros problemas de piel.
Tintes químicos, efluvios y caída
El teñido resulta tanto más perjudicial para el cabello cuanto mayor es su duración sobre el mismo.
Como hemos visto más arriba, los tintes sintéticos incluyen peróxido y otros agentes químicos agresivos que inevitablemente dañan el cabello cuando se usan de manera repetida.
Sin embargo, generalmente, el teñido o coloración no induce alopecia sino daño sobre el tallo del pelo. Y cualquier alteración sobre el tallo se recuperará con su crecimiento.
Entonces, ¿no me quedaré calvo/a por usar tinte?
Además de dañar el tallo capilar, la parte del pelo por encima de la superficie de la piel, la que vemos, estos agentes químicos pueden afectar asimismo a los folículos capilares o pilosos (la raíz del pelo) e inducir la caída del cabello. La intoxicación por químicos puede desencadenar efluvio.
Los productos químicos tóxicos, como los incluidos en los tintes capilares, «también son capaces de disminuir la actividad metabólica de los folículos pilosos, lo que resulta en la pérdida anágena [efluvio anágeno] del cabello», señala esta revisión de estudios.
La caída del pelo inducida por agentes químicos, en la mayoría de los casos, es consecuencia de un efecto tóxico del químico sobre la matriz del folículo, el área de producción de células donde nace el pelo. Y la caída se presenta como efluvio anágeno, telógeno o ambos.
Los efluvios son desórdenes de la caída del cabello; se produce una pérdida abrupta de los pelos que se encuentran en su fase de crecimiento (anágena) o de reposo (telógena) debido a un evento que deteriora la actividad mitótica o metabólica del folículo. Se caracterizan por un aumento de la caída, sin pérdida completa del cabello, que comienza días a semanas (efluvio anágeno) o unos meses después del factor desencadenante (efluvio telógeno).
Ver los tipos de calvicie.
Se han reportado varios casos de dermatitis alérgica de contacto y alopecia difusa no cicatrizante asociada al uso de tintes permanentes para el cabello: caso reciente, caso de efluvio telógeno agudo. Así como de pérdida grave del cabello debida al compuesto PPD: caso, noticia en ABC.
Si bien estos son casos excepcionales, de reacción alérgica por intoxicación aguda, una intoxicación crónica puede derivar en un daño crónico.
Aunque la caída del cabello difusa —efluvios— suele ser reversible y el pelo vuelve a crecer después de un retraso de uno a varios meses, a veces puede conducir a una alopecia permanente.
Por tanto, la coloración —y la decoloración— es un tratamiento del cabello o procedimiento químico de belleza que causa daño y degradación de la fibra capilar. Implica un traumatismo químico. Conque no debería realizarse muy a menudo si se quiere preservar la salud del cabello.
La coloración vegetal puede ser una buena opción si buscas una alternativa menos agresiva para matizar tu color. Pero ojo, aunque en porcentaje pequeño algunos tintes herbales pueden contener también químicos.
Antes de usar cualquier tinte para el pelo, infórmate bien sobre su contenido así como sobre posibles reacciones alérgicas a alguno/os de sus componentes que puedan acabar derivando en caída del cabello.
*Fuente: Tapia, A. G. (2009). La alopecia de la mujer. Raíz Publicidad.
Autora Elisabeth Lahoz