El mal olor del sudor en las axilas es un tema común que afecta a muchas personas. Para entenderlo mejor, necesitamos hablar un poco sobre cómo se produce el sudor.

El sudor es un líquido transparente que nuestro cuerpo produce para regular la temperatura y mantenernos frescos. Se forma en las glándulas sudoríparas, que están presentes en varias partes de nuestro cuerpo, incluyendo las axilas. Estas glándulas liberan sudor a medida que nos ejercitamos, estamos estresados o nos exponemos a altas temperaturas.

El sudor en sí mismo no huele mal. Sin embargo, cuando el sudor entra en contacto con las bacterias que viven naturalmente en nuestra piel, se produce un proceso químico que genera el olor desagradable. Las bacterias descomponen los componentes del sudor en compuestos volátiles que tienen un olor fuerte y desagradable, el característico “olor a sudor” de quién le “canta el alerón”. Es esa combinación de bacterias y sudor lo que causa el mal olor en las axilas.

La transpiración es un proceso esencial para nuestra salud y desempeña varias funciones vitales en nuestro cuerpo y por eso, debemos verlo como algo bueno y muy útil. Vemos 3 razones:

En primer lugar, la transpiración ayuda a regular la temperatura corporal. Cuando nos ejercitamos o estamos expuestos a altas temperaturas, nuestro cuerpo produce sudor para enfriarse. A medida que el sudor se evapora de la piel, se lleva el calor con él, lo que ayuda a mantener una temperatura interna adecuada y prevenir el sobrecalentamiento.

En segundo lugar, la transpiración ayuda a eliminar toxinas y sustancias no deseadas del cuerpo. A través del sudor, se pueden eliminar pequeñas cantidades de sustancias como el amoníaco, urea y ácido úrico, que son subproductos del metabolismo. Además, la transpiración también ayuda a limpiar los poros de la piel, lo que puede prevenir la obstrucción y la formación de acné.

Por último, la transpiración juega un papel importante en el equilibrio de líquidos y electrolitos en nuestro cuerpo. El sudor contiene agua y minerales, como el sodio y el potasio. Cuando sudamos, perdemos líquidos y electrolitos, y esto nos impulsa a reponerlos bebiendo agua y consumiendo alimentos adecuados. Mantener un equilibrio adecuado de líquidos y electrolitos es crucial para el funcionamiento adecuado de nuestros órganos, así como para la salud general.

En resumen, la transpiración es importante para nuestra salud porque regula la temperatura corporal, elimina toxinas y ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos. A través de este proceso natural, nuestro cuerpo se adapta y se mantiene en condiciones óptimas para su funcionamiento adecuado.

Aunque hemos visto en las preguntas anteriores que sudar es un proceso natural, necesario y útil para nuestro organismo, hay algunas pautas que te pueden ayudar a sudar menos:

Viste prendas de tela transpirable: los materiales de muchas camisetas son el poliéster, que es como un “resort de lujo con todo incluido” para las bacterias causantes del mal olor del sudor. En su lugar, opta por ropa hecha de materiales naturales y transpirables, como el algodón o el lino. Estos permiten una mejor circulación de aire y ayudan a evaporar el sudor más rápidamente, manteniéndote más seco y cómodo.

Evita alimentos y bebidas que estimulen la transpiración: algunos alimentos y bebidas, como el café, el alcohol y las comidas picantes, pueden aumentar la producción de sudor. Piensa en comerte una cucharada de tabasco y solo con eso, empiezas a sudar 😉.

Intenta limitar su consumo o evitarlos si notas que te hacen sudar más. 

Mantén un peso saludable: el sobrepeso puede contribuir al aumento de la transpiración, ya que el cuerpo necesita trabajar más para regular la temperatura. Mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente, puede ayudarte a mantener tu peso controlado y reducir la transpiración excesiva.

Controla el estrés: el estrés emocional puede desencadenar una respuesta de sudoración. Busca técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, para manejar el estrés de manera más efectiva y reducir la transpiración asociada.

Son dos tipos de productos diferentes que se utilizan para abordar distintos aspectos relacionados con el olor y la transpiración. 

Un antitranspirante es un producto diseñado específicamente para reducir la cantidad de sudor que se produce en las glándulas sudoríparas. Contiene ingredientes activos, como sales de aluminio, que crean una capa temporal en la piel y obstruyen los conductos de las glándulas sudoríparas. Al bloquear estos conductos, se disminuye la cantidad de sudor liberado a la superficie de la piel. Es algo que en SIIL no nos gusta porque ya hemos explicado la importancia del sudor en nuestra salud.

Por otro lado, un desodorante convencional se formula para contener fragancias que enmascaran el olor desagradable del sudor… creando muchas veces un olor combinado aún más desagradable. Esta opción tampoco nos gusta y por eso, nos hemos decantado por la tercera.

El desodorante de SIIL está formulado para abordar el olor corporal causado por las bacterias que descomponen el sudor y lo transforman en otros compuestos, causantes del conocido “olor a sudor”. El desodorante de SIIL contiene microplata que es la que ataca a las bacterias y evita que transformen el sudor inoloro, en ese sudor oloroso que todos conocemos.

Aunque está pensado para que dure entre 2 y 4 días, puedes emplearlo a diario sin problema. Además, al ser un bote de aluminio pequeño (30ml), puedes llevarlo contigo si eso te hace sentirte más agusto y con más confianza.

Puedes comprar SIIL online y lo enviamos a casi cualquier parte del mundo. Tenemos clientes en México, Australia, USA o Perú. Si tienes dudas de si enviamos a tu país, pregúntanos.

Ingredientes: Manteca de karité, aceite de coco, almidón de maíz, bicarbonato de sodio, cera de abejas, plata pura, aceite esencial de menta piperita. 100% ingredientes naturales. 

Ingredients: Butyrospermum Parkii Butter, Caprylic/Capric Triglyceride, Sodium Bicarbonate, Zea Mays Starch, Cera Alba, Silver, Mentha Piperita Oil. 

La seguridad de los antitranspirantes y desodorantes ha sido objeto de debate y estudio en relación con ciertos ingredientes, como el aluminio y los parabenos. Vamos a verlo en detalle con los posibles problemas relacionados con la salud:

Aluminio: el aluminio es un ingrediente comúnmente utilizado en los antitranspirantes. Su función principal es obstruir temporalmente los conductos de las glándulas sudoríparas y reducir la transpiración. Existen preocupaciones sobre la absorción de aluminio a través de la piel y su posible relación con enfermedades como el cáncer de mama y el Alzheimer.

Sin embargo, la evidencia científica actual no ha establecido una conexión directa entre el uso de antitranspirantes que contienen aluminio y el desarrollo de estas enfermedades. Organizaciones como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y el Instituto Nacional del Cáncer han declarado que no hay pruebas concluyentes de que el aluminio en los antitranspirantes aumente el riesgo de cáncer de mama.

Parabenos: los parabenos son conservantes utilizados en muchos productos cosméticos, incluidos los antitranspirantes y desodorantes. Se utilizan para prevenir el crecimiento de bacterias y hongos en los productos y prolongar su vida útil. Sin embargo, ha habido preocupaciones sobre su posible interferencia con el sistema endocrino, ya que algunos estudios han encontrado rastros de parabenos en tejidos mamarios y su capacidad para imitar la actividad de los estrógenos.

Aunque no hay evidencia concluyente que demuestre que los antitranspirantes y desodorantes son perjudiciales para la salud, es importante tener en cuenta que cada persona puede tener una sensibilidad o reacción individual a ciertos ingredientes.

Si prefieres evitar el uso de antitranspirantes y desodorantes con aluminio o parabenos, existen alternativas en el mercado, productos naturales o libres de estos ingredientes como SIIL, así que no te hace falta ir muy lejos para encontrarlos 😉.

Ya lo hemos ido comentando en los párrafos anteriores, pero SIIL es seguro porque no lleva aluminio ni parabenos, ni otros ingredientes químicos que pueden irritar tu piel o perjudicar tu salud.

Además, SIIL no bloquea la producción de sudor, ni “tapona” las glándulas sudoríparas, tan necesarias para refrigerarnos, liberar toxinas y regular nuestros sistemas internos.

SIIL no tiene aromas para enmascarar el olor a sudor.

SIIL simplemente evita que las bacterias de nuestra piel transformen el sudor que no huele, en sudor que sí huele, gracias a la acción de la microplata, que se preocupa directamente de que esas bacterias no “trabajen” y en disminuirlas.

La plata utilizada en productos de consumo se clasifica en función de su forma y tamaño:

Plata metálica: la plata metálica se refiere a la plata en su forma elemental, es decir, en su estado puro. Se presenta en forma de partículas sólidas, generalmente en polvo o en escamas. La plata metálica no está recubierta ni modificada de ninguna manera. Suele tener un tamaño de partícula más grande y visible a simple vista. Esta manera de usar la plata es la habitual en joyería, cubertería, etc. Lleva muchísimos años con nosotros y sabemos que no causa ningún problema.

Plata coloidal: la plata coloidal consiste en partículas de plata suspendidas en un líquido, generalmente agua destilada. Estas partículas son mucho más pequeñas que las de plata metálica y están en el rango de tamaño nanométrico. Las partículas de plata coloidal son lo suficientemente pequeñas como para permanecer suspendidas en el líquido sin sedimentarse.

Al ser partículas de tamaño tan pequeño, puede entrar dentro de nuestro organismo por los poros de la piel, etc. Y ahí ya no podemos estar seguros de que sus efectos internos en nuestro organismo.

Plata iónica: la plata iónica se refiere a los iones de plata disueltos en una solución acuosa. En este caso, los átomos de plata se ionizan, liberando iones de plata cargados positivamente (Ag+). Estos iones son extremadamente pequeños y están en el rango nanométrico. La plata iónica es altamente reactiva y puede interactuar con otras sustancias presentes en el medio.

Y entonces… ¿qué tipo de plata empleamos en SIIL y por qué?

En SIIL solo empleamos plata metálica, plata pura, NO usamos ni coloidal, ni nanométrica, ni plata iónica. SIIL solo contiene microplata metálica pura, que lleva miles de años con nosotros no penetra en nuestra piel y se ha demostrado que es segura.

La plata tiene propiedades antimicrobianas conocidas desde hace mucho tiempo. Las partículas de plata interactúan con las proteínas y enzimas esenciales para el metabolismo de las bacterias, alterando su función y provocando su muerte o inhibición.

En SIIL, la microplata se utiliza para controlar el crecimiento de las bacterias que descomponen el sudor y generan el olor desagradable. Al inhibir la actividad bacteriana, la microplata previene la formación de los compuestos volátiles responsables del mal olor.

Sí, yes, ja, oui, sim… y así en todos los idiomas que quieras. El desodorante de SIIL funciona para todo el mundo, hombres, mujeres, adolescentes, deportistas, fumadores, bailarines de tango, camioneros, …

Si llevas tiempo empleando desodorantes convencionales, de roll-on por ejemplo, el nuestro funciona un poco diferente. Te lo explico: 

Primero de todo, es en crema, es decir, tienes que coger una pequeña porción con el dedo, algo equivalente a la crema que te darías en la nariz, por ejemplo.

Es un tarro de 30ml, te parecerá pequeño, pero te durará muchas semanas, más de 10, si lo usas como te explicamos.

Tendrás que descubrir en tu propio cuerpo cada cuánto tienes que usarlo, pero lo habitual es entre 2 y 4 días.

Usa ropa ligera y procura que sea de algodón 100% y evitar ese tipo de materiales que favorecen la proliferación de bacterias y que son un “resort de lujo con todo incluido” para ellas.

Puesto que nuestro desodorante NO bloquea la producción de sudor, es posible que durante unos días de uso y dependiendo de los desodorantes y antitranspirantes que hayas empleado antes, pueda parecer que sudas más. No te preocupes, es normal y no hay ningún problema en ello. Lo importante es que ese sudor no huela.

Si llevas tiempo usando otros desodorantes o antitranspirantes, notarás diferencia. Quizá te parezca que sudas más si llevas unos días con nosotros. No te preocupes.

La mayoría de desodorantes comerciales también llevan antitranspirantes que bloquean la producción de sudor, “tapando” los poros. SIIL es un desodorante, por tanto, no bloquea la producción de sudor, lo que hace el desodorante de SIIL es evitar que huela mal, atacando las bacterias causantes de ese problema. Nada más. Lo hacemos así porque respetamos nuestra salud y la tuya.

También es importante revisar el tipo de ropa que estás usando, si es de algodón o de poliéster y en ese caso, prueba con materiales de algodón y lino y verás la diferencia.